
7 Fronteras
Abril Ángel
¿Te imaginas tener que cruzar 7 fronteras para tu libertad?
“La morena”, refugiada política que no puede decir siquiera su nombre, junto con su esposo, decidieron emprender el viaje por una de las rutas migratorias más mortíferas del mundo, “La ruta de los Balcanes”, desde su Cuba natal, aterrizar en Serbia y cruzar las fronteras de Bosnia, Croacia, Eslovenia, Italia, Francia y España. El recorrido es guiado por un traficante de personas solo a través del smartphone . Esta ruta en la que te estás jugando la vida cada día, es conocida como “The Game” o “The Balkan Game”.
En este juego de supervivencia, ellos se enfrentan a un embarazo ectópico, ríos bravíos, montañas físicamente inexpugnables, drones de vigilancia, cazadores, la jungle police (policía fronteriza), además de temperaturas extremas, hambre, enfermedades estomacales, cansancio y supremacistas blancos acechando constantemente. Tuvieron que cruzar 11,550 kilómetros para adentrarse en el espacio Schengen y de esta forma albergar la esperanza de los que en otras latitudes buscamos tener acceso a una vida digna.
En el presente, las barreras que una mujer migrante afrodescendiente libra son: ríos de indiferencia, montañas burocráticas de trámites, policías cazadores, frío y hostilidad extrema, falta de acceso a un trabajo, cansancio y discriminación por personas que tuvieron la suerte de nacer en el lado correcto de una frontera.

El viaje de la heroína
Ella salió huyendo de su natal Cuba, después de la marcha del 11J (en 2021); donde protestó de la mano de su esposo, ante las restrictivas medidas históricas prevalecientes en su país, exacerbadas durante la pandemia.
- Eran tiempos difíciles…
Las autoridades respondieron con represión y criminalización en distintos grados, a ellos los encerraron 3 días en el calabozo; muchos fueron desaparecidos y nuca regresaron a casa. De acuerdo a cifras de Amnistía Internacional 701 personas fueron privadas de su libertad. Ellos tuvieron suerte por conocer a alguien que podía sacarlos; salieron, sin embargo, su vida ya no fue igual: Policías encubiertos los espiaban a ellos y sus familias; tarde o temprano correrían la misma suerte de desaparición.
La única salida
Emigrar a Serbia era la única opción, en esa época relata ella, tenían libre visado hasta por 90 días, actualmente es más difícil conseguir esa visa. Tras venderlo todo, consiguieron el dinero necesario para partir, excepto partir con sus familias.
Un país que no los recibió
- A este país no vienen negros…
Llegaron a trabajar a un restaurante tipo buffete en Serbia, cientos de platos y ollas en una jornada de 12 horas, un trabajo poco remunerado y extenuante, la oportunidad de ser sostén de sus familias poco a poco se diluyó junto al deseo de establecerse en aquel país:
- Afuera del restaurante, en la esquina, un grupo de jóvenes (entre 14 y 21 años) rapados y con banderas nazis, esperaban siempre nuestra salida. Supremacistas blancos.
Fue otro cubano quien les habló de “The Game”:
- ¿Han visto la opción de irse de aquí?
La ruta parecía una película: "The Game" o "The Balkan Game", una de las rutas migratorias más mortíferas del mundo. De acuerdo a Proyecto Migrantes Desaparecidos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), desde 2021, el aumento de decesos comparado con años anteriores, ha ido en aumento, la ruta de los Balcanes Occidentales ha registrado a 69 personas muertas.
Estar en un país de blancos
Destacar por el tono de su piel y la discriminación cotidiana, rondaba la mente de ellos para aceptar “entrar” al juego.
- Los niños en el restaurante (donde trabajábamos), se burlaban de nosotros y sus padres parecían consentirlo.
Discriminación
El informe de la Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia (ECRI, 2024) destacó los prejuicios que existen contra las personas refugiadas y migrantes en Serbia, prevalecientes en los discursos de odio en internet y violencia sistemática, así como abusos y devoluciones sumarias ilícitas.
- Si nos quedamos tarde o temprano nos puede pasar algo.
Aceptar entrar al juego implicaba recorrer cientos de kilómetros por el monte y sortear obstáculos que compatriotas les compartían al fracasar en su intento por penetrar al espacio Schengen. Las condiciones que tenían en Cuba, más las actuales, les hizo ignorar todas las advertencias y decidir emprender la ruta.
Para cruzar las fronteras que los llevarían a su libertad, tenían que esperar la temporada correcta: ni en invierno, ni en verano, a penas pocos días para no congelarse en el camino o no morir por golpe de calor. Sin embargo, su viaje se vio pospuesto, cuando la salud de ella comenzó a deteriorarse: tras semanas de espera, decidieron ir de emergencia cuando el dolor era intolerable: un embarazo ectópico.
Apenas pocas semanas de recuperación, con todos sus ahorros y una herida cicatrizando; la esperada partida comenzó:
- Te contactarán vía WhatsApp
Las instrucciones de la ruta llegaron a su celular, un número desconocido y mensajes fríos y breves indicaron que tenían que descargar la aplicación de monitoreo en tiempo real, así el coyote podría seguir la ruta, velocidad y ubicación, para señalarles conforme avanzaran, los puntos a llegar. Aunque era una persona que nunca vieron físicamente, depositaron toda su confianza y vida en manos de una pantalla de celular.
- Diríjanse al punto…
Fue la primera indicación del día elegido para partir, llevaron consigo una batería adicional, si se quedaban sin batería en medio del monte, significaría la muerte, además llevaban un chocolate y agua. Dejaron todas sus pertenencias, tenían que aparentar que no eran migrantes en el camino.
Frente a ellos el imponente Río Drina, frontera entre Serbia y Bosnia; el punto en la que cientos de migrantes deben cruzar y en donde, apenas hace un año (2024), se hundió un bote con 29 migrantes de los cuales 10 eran menores de edad; 11 personas perdieron la vida en este incidente.
Cifras de la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex) reportaron en los cruces fronterizos en los Balcanes Occidentales 12,407 personas migrantes transitando entre enero y julio de 2024.
Aunque muchos ya habían cruzado este Río, la vieja balsa y el peso de ella; los hizo temer lo peor:
- Sí ya hemos pasado tanto…
Tocó su herida y se encomendó a sus santos.
Un mensaje nuevo llegó, del otro lado del celular, la presencia inmutable de algo que seguía sus movimientos:
- Vayan al monte.
Era una mañana fría, se internaron en el bosque, la cuesta de aquella montaña los hacía más que caminarla, escalarla. Ampollas, hambre, miedo:
- Cuidado a su derecha, hay unas torres blancas donde se ponen los cazadores.
Aunque está prohibida esta práctica, cazadores furtivos buscan osos y zorros; ellos no advertían la sensación que les dejaría este mensaje:
- Todo el tiempo nos sentíamos observados… Cazados.
Horas cuesta arriba, los mensajes seguían llegando; entre coordenadas, respuestas a lo que iban viendo en el camino y la urgente necesidad de llegar a un sitio seguro, les advirtió de un nuevo peligro:
- Hay drones cazadores, escóndanse…
El tambor del corazón era el sonido que prevalecía entre el crujir de las hojas.
Ellos, escuchaban que perros se acercaban
- Corran…
Al caer la noche y recorrer 9km de descampado a la orilla de la carretera, les indicaron que si divisaban un auto debían tirarse, no importaba si había piedras o un precipicio:
- Nadie debe verlos.
Encontraron la casa abandonada, donde pasarían la noche, en medio de la nada, tan solo con una sábana blanca.
- Con un frío hasta que te duele el tuétano.
Con la mañana recién empezando, salieron de su escondite como así lo refiere ella; salieron corriendo a esperar tomar un autobús que el coyote había indicado cuál, pero el estrés, el miedo, que el cuerpo no respondía, les hizo perderlo.
Un nuevo autobús se aproximaba, no sabían si ese autobús los dejaría subir, tenían que intentar o la policía los encontraría. Subieron.
- A los pocos minutos los paró la policía, nos hicimos los dormidos.
La suerte y los santos a los que se encomendaron, los volvieron invisibles. Solo unos momentos podrían descansar en lo que llegaban al otro punto, después de atravesar Croacia y Eslovenia.
Italia
De acuerdo a cifras oficiales 9,000 personas migrantes han llegado por tierra atravesando la ruta balcánica; usualmente ingresan por Trieste y Gorizia.
- Cogimos un tren a Venecia y después a Milán, tuve un fuerte dolor de estómago. Lo que comimos en el monte fueron chocolates, me entró una diarrea a las 4 am en una gasolinera.
Aunque ya habían transitado lo peor, la sensación de ser observados por el coyote y la imagen de un cazador a la distancia, los dejaba sin hambre y con múltiples síntomas del estrés sometido: irritación, preocupación, tensión y depresión.
El sonido de campana de un nuevo mensaje en esta travesía los atemorizaba, pero entre la maraña de emociones aparecía después una descarga que los revivía y aliviados pensaban que no los habían abandonado:
- El último cruce, el más peligroso es ahora, la frontera con Francia y España.
Los únicos migrantes eran ellos. Vencidos por el cansancio dejaron todo al azar; tres guardias se subieron a pedir documentación.
- ¿Qué puede pasar? ¡Ya no me importa!
El guardia preguntó el destino al cual se dirigían, con una voz pausada respondieron: Barcelona.
No hubo más, el viaje había terminado, el juego lo habían superado. El premio había sido que las autoridades se aseguraran que no se quedarían en su país y los dejaron continuar.
Ella, contenta escribió que lo habían logrado, habían llegado a España.
La pantalla con burbujas verdes de diálogos decía:
“Sin conexión”
Ellos arribaron a España el 7 de agosto de 2024, desde el 2021 que inició este viaje recorrieron 11,550 kilómetros. Actualmente sobreviven en Madrid con trabajos “de negro” a 3 euros la hora. Cuando no hay un papel de por medio un euro es un lujo. La red de personas que ha formado ha sido pequeña, pero mientras pase un día más bajo estas condiciones, es un día menos para alcanzar la libertad por la cual tanto luchó.
La ruta que siguió
Esta pieza audiovisual, se acompaña de un mapa fanzine, que está dividido simbólicamente por una frontera. Y al abrirlo descubrir la ruta que siguió y notas que ella nos comparte en cada frontera.